Este ecosistema acuático ha despertado la siniestra voracidad de quienes solo ven en los “…activos naturales…”1 una posibilidad de negocio y lucro y, en ningún caso, la elemental comprensión de que la naturaleza no está para ser tomada y asaltada2, sin importar las consecuencias nefastas que de tal burda acción antrópica se deriven.

Ha sido una dificultad extrema establecer con precisión, cuál es la cabida de la Ciénaga del Rincón, (Lago del Cisne), que ha despertado tantos y tan voraces apetitos por su apropiación. Se ha dicho que su extensión son 90 hectáreas, después que 56, más tarde que 383, pero siempre la constante ha sido un número decreciente, JAMAS una hectárea que aumente su cabida, en orden a su tutela, guarda y protección.

Es la naturaleza la que, merced a su propia dinámica cognitiva4, llenaba la Ciénaga de manera gratuita, a través del arroyo pluvial conocido como León. Al ordenar la Autoridad Ambiental, profundizar su cauce, le impidió que cumpliera una de sus funciones, cual era, permitir el llenado de la Ciénaga, pero como el dinero a las autoridades públicas les sobra a borbotones, había que suprimir, lo que la naturaleza hacía gratis, y pagar, a un costo extremo, antrópico, el llenado de la Ciénaga, Misma que perdió completamente su vaso de profundidad, debido a la alta colmatación, y lo que se requería era, primero, R E C U P E R A R L O, volver a tener una profundidad, no la histórica de 7 metros, pero si, al menos, de dos o tres metros. Esto es, aprovechar los ciclos del sistema, convertido en un Lago de Lodo5, como lo pronostiqué en septiembre de 2013, lo que había que hacer era retirar ese lodo, en seco, recuperar el vaso de profundidad del cuerpo de agua y, concluida esa acción, proceder a su llenado. Desde la academia, voces como la del profesor Luis Carlos Gutiérrez Moreno, de la universidad del Atlántico, repetían esta aseveración6. El sistema, se precisa, se alteró hasta su desecación, no por el

fenómeno de EL Niño en sí, sino porque se volvió más frágil y vulnerable a una sequía prolongada debido a su excesiva pérdida de profundidad. Pero, que duda cabe, se procedió de otra forma:

1º. Llenar la Ciénaga del Rincón con el agua estercolada proveniente de la Estación Depuradora de Aguas Residuales, EDAR, que la vierten al arroyo León, convirtiéndolo en una alcantarilla a cielo abierto y frente a la cual, como siempre, la Autoridad Ambiental, tiene la mirada en modo estrabismo.

2º. Con la estercolación acuática procedieron a dragar y en este proceso se han venido “construyendo” una serie de piscinas de fango, (véase las fotos) que, ahora si, terminaron de reducir considerablemente la cabida superficiaria de este cuerpo de agua.

Frente a esta última acción surgen varias preguntas vivas que demandan respuestas no muertas, sino que den las explicaciones satisfactorias y pertinentes, desde el punto de vista de la ciencia.

¿ Se hizo un estudio geoquímico, previo al dragado, para conocer la composición química y las condiciones geoquímicas y microbiológicas del sedimento? Ello permitiría tener seguridad para poder depositar ese sedimento en áreas adyacentes.

¿ Se está haciendo un estudio geoquímico post-dragado?

¿ Qué plan de contingencia se ha elaborado para controlar o evitar los lixiviados de ese sedimento enriquecido orgánicamente?

¿Qué bacterias se están usando y cuál es su ficha técnica?

¿Dónde está el estudio de impacto ambiental de ese recurso biológico en la Ciénaga?

¿ Su calidad permite que sean las que usan en la Estación Depuradora de Aguas Residuales, EDAR? ¿ Por qué si esas bacterias son tan benévolas y eficientes no se usan en la Estación Depuradora de Aguas Residuales, EDAR “El Pueblito” y así no se vertería aguas contaminadas al Arroyo León?

¿ Se han establecido los riesgos, de inhalar macropartículas o nanopartículas de posibles contaminantes presentes en los sedimentos secados al aire libre, a que se encuentra expuestos los hombres, mujeres y niños que visitan el parque lineal recién construido ? en enlace que se transcribe es de especial importancia por tratarse de la universidades involucradas en el estudio: http://www.catalunyavanguardista.com/catvan/nanoparticulas-de-magnetita-en-el-cerebro/7

Ahora bien, se entiende, sin esfuerzo alguno, que el dragado es una operación sumamente riesgosa, desde el punto de vista ambiental, y en toda la literatura internacional al respecto se señala que los costos ambientales son altos con una considerable mortandad de las especies vivas en el sistema acuático, aumento notable de la turbidez y disminución de la concentración de O2. Tales efectos ambientales varían en intensidad de acuerdo con el tipo de dragado que se realice y naturalmente dependiendo de las acciones posteriores que se lleven a cabo podría haber una recuperación paulatina del cuerpo de agua con un cronograma bien desarrollado de actividades adecuadas de reacondicionamiento y mantenimiento bien planificadas y una suspensión de los afluentes que contribuyen al aumento de los sedimentos. Así lo reseña el doctor Gregorio Rodríguez, al ser consultado sobre el tema.

Finalmente, es ese paisaje estercolado al que ahora se invita a las personas del Departamento, como si se tratase de un gran aporte “ambiental”? Es ese paisaje estercolado, cuya exposición de los seres humamos al mismo, no se sabe con certeza que consecuencias, para la salud humana pueda acarrear, desconociendo, vr. gr., lo que enseña el Principio de Precaución? El Parque Lineal, vino a construirse de manera tardía, insensatamente demorada, lamentablemente extemporánea, con unas aguas estercoladas, que nos hacen pensar cuanta razón le asistía al bardo boyacense, que buscó la recuperación de su salud en las aguas, otrora medicinales, del municipio de Usiacurí y que hoy compiten con las aguas del sistema acuático de la Ciénaga del Rincón, también son estercoladas, En poema memorable Julio Flores, nos enseñó: “Todo nos llega tarde hasta la muerte”.

Por Mario William García